Hay noticias que hacen ruido en la Patagonia… y esta viene con perfume a bosque, lago y un poquito de fútbol del bueno. Bariloche se prepara para sumar un nuevo hito en su mapa turístico: el holding Meliá Hotels International, socio estratégico de Lionel Messi, avanza con la construcción de un complejo de lujo que promete cambiar la vara del turismo premium en la región.
El proyecto, llamado Terrazas del Gutiérrez, se levantará a orillas del lago Gutiérrez, en el histórico predio donde alguna vez funcionó El Retorno, un nombre que aún hoy despierta nostalgia entre quienes veranearon o trabajaron allí. Ahora, ese mismo lugar vuelve a encender luces, pero con otro brillo: uno más internacional, más exclusivo… y con ADN del mejor jugador del mundo.
La alianza entre Messi y Meliá no es nueva: desde el 1° de noviembre, los seis hoteles boutique de la cadena MiM —propiedad del capitán argentino— pasaron a formar parte de The Meliá Collection, la línea de lujo del grupo. Y Bariloche será una de sus nuevas joyitas.
Un detalle no menor para los futboleros: no es que Messi “pone su nombre” y listo. Él participa activamente como socio inversor en los proyectos de la cadena, lo que convierte a este hotel en un desembarco real del universo Messi en la Patagonia.
Con apertura prevista para 2028, el complejo ofrecerá:
- 99 habitaciones de categoría superior
- 48 residencias exclusivas
- Diseño integrado al paisaje del Parque Nacional Nahuel Huapi
- Experiencias personalizadas y servicios de lujo al estilo The Meliá Collection
La arquitectura buscará fundirse con el entorno, respetando vistas, materiales y texturas que honran la montaña y el lago. Una apuesta fuerte por la sostenibilidad, la identidad del lugar y ese encanto patagónico que tan bien sabemos vender desde el sur.
Especialistas del sector coinciden: la elección de Bariloche no es casual. La ciudad viene consolidando, año tras año, su posicionamiento como destino premium de Latinoamérica, con propuestas gastronómicas, hoteleras y de naturaleza cada vez más sofisticadas. Agregar a Meliá —y a Messi— al mapa local es, sin dudas, un salto de categoría.
Para la Patagonia, para Neuquén, para todo el corredor cordillerano, es también una señal de hacia dónde mira el turismo internacional: hacia los paisajes que emocionan y hacia la calidad de servicio que seduce al viajero global. Y si encima viene con bendición futbolera… mejor todavía.
Porque sí: Messi ya tiene un pie en Bariloche.
Y esta vez, en vez de meter un gol, va a inaugurar un hotel.
