Estudio de la Universidad de Ginebra: “tormentas de cenizas seguirán ocurriendo en el futuro”
El debate se realizará los días 23 y 24 de octubre y estará organizado por la Universidad de Ginebra (Suiza) con la colaboración del INTA Bariloche, el SEGEMAR (Servicio Geológico Minero Argentino) y el SMN (Servicio 1Meteorológico Nacional).
Los días 23 y 24 de octubre próximos se llevará a cabo un workshop sobre removilización de ceniza volcánica organizado por la Universidad de Ginebra, Suiza, con la colaboración del INTA Bariloche, el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Según se indicó la Patagonia argentina se ha visto impactada en las últimas décadas por tormentas de ceniza volcánica, como consecuencia de las erupciones de los volcanes Hudson (1992), Chaitén (2008), Cordón Caulle (2011) y Calbuco (2015). Una tormenta de ceniza volcánica puede definirse como un evento de removilización masiva de ceniza a partir de la acción eólica.
El INTA Bariloche colaboró, junto con las otras instituciones, en investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Ginebra sobre la caída primaria y la removilización de ceniza volcánica de la gran erupción del Cordón Caulle (2011).
Investigadores de la Universidad de Ginebra realizaron un extenso estudio al respecto en donde señalan que una tormenta de ceniza volcánica puede definirse como un evento de removilización masiva de ceniza volcánica a partir de la acción eólica (vía suspensión, saltación y reptaje). Si bien los primeros reportes sobre tormentas de ceniza volcánica se remontan a principios del siglo XX, asociados a la resuspensión de los depósitos producidos por la erupción de Novarupta (Alaska) en 1912, no fue hasta comienzos de este siglo que el estudio de este peligro volcánico comenzó a adquirir relevancia en la comunidad volcanológica.
Pero, ¿a qué se refiere el estudio exactamente cuando habla de resuspensión de ceniza volcánica? Es evidente que bajo determinadas condiciones meteorológicas y ambientales, como vientos intensos, baja humedad de suelos y falta de cobertura vegetal, las partículas volcánicas pueden ser desprendidas de la superficie y puestas nuevamente en suspensión en la atmósfera.
Para que esto ocurra, el umbral de velocidad friccional -el cual depende de las características texturales y morfológicas de las cenizas (tamaño de grano, densidad, rugosidad superficial, grado de compactación) y de las condiciones de la superficie (rugosidad y humedad)-, debe ser superado. La removilización de ceniza puede ocurrir tanto a escala local como regional, pudiendo en el segundo de los casos dar lugar a la configuración de tormentas de ceniza masivas que afecten áreas ubicadas incluso a cientos de kilómetros de la fuente de depositación primaria.
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