Conversamos con Niko Ortega, virtuoso y creativo tatuador, quien es un referente de la actividad en Neuquén. Nos contó en qué situación encuentra él y sus colegas frente a la imposibilidad de trabajar por no ser una actividad, aún, exceptuada. Con protocolo presentado y nuevas medidas de higiene esperan que los habiliten y que las citas vuelvan pronto.
por JUAN PABLO IOZZIA I @juanpabloiozzia
– Contanos Niko, ¿Cómo impactó la cuarentena en los estudios de tatuajes?
La mayoría de estudios de tatuajes cerraron o se volvieron privados ya que dos meses sin trabajar los fundió, la falta de información de las autoridades de todo el país hizo que abran otros rubros antes que los estudios de tattoo. Con falta de información me refiero a que desconocen que los estudios habilitados somos el rubro más seguro dentro de comercio, pensá que un estudio de tattoo cuenta con sala de esterilización, máscaras, barbijos, guantes de nitrilo, materiales descartables, elementos de higiene, recolección de residuos patógenos y muchas pero muchas medidas de bioseguridad que ningún otro comercio habilitado cuenta, en el caso de mi local Tinta Estudio Dermográfico hasta contamos con un filtro ozonizador hepa (filtro de aire).
Como tatuadores de la Patagonia (ATAP) nos nucleamos y presentamos PROTOCOLOS DE BIOSEGURIDAD para volver al trabajo, estos los confeccionamos con una profesional de SEGURIDAD E HIGIENE, también presentamos cartas solicitando volver a trabajar por que la situación se hizo insostenible para nuestras familias. Creo que del municipio depende dejarnos seguir pagando nuestros impuestos municipales para reactivar la economía (habilitándonos) y hacer las cosas bien, u obligarnos a desplazarnos a la ilegalidad y por ende dejar de aportar todo tipo de impuesto. Los que nos tomamos esto en serio y de forma responsable ya nada más podemos hacer si no nos acompañan las autoridades.
– En estos casi dos meses de aislamiento. ¿Se incrementaron los momentos creativos?
El tatuaje tiene dos vertientes: una artística y otra de “oficio”, la primera involucra un proceso creativo y la segunda es un servicio de reproducción de imágenes sobre piel. Los que estamos en esto con intereses artísticos tuvimos mucho tiempo para estudiar y ejercitar nuestras capacidades. A algunos les sirvió.
El tema es que la situación económica llevó a muchos colegas (como a mucha gente) a la depresión, sentimiento de abandono por parte del estado y esto trae consigo un bloqueo mental de todo tipo, es como en lo deportivo: una cosa es tener tiempo para entrenar, otra cosa es tener ganas….
– ¿Cómo será el protocolo de atención para la reapertura?
Lo primero que haremos es tomar los turnos solo por medios digitales, ya sean redes sociales o mails. El protocolo que presentamos contempla tanto a cliente como tatuador. El tatuador maximiza los elementos de seguridad personal como Máscaras de policarbonato, camisolines descartables, tapabocas, guantes de nitrilo, cubrebrazos y coordina en el estudio una desinfección constante entre turno y turno, esta desinfección no solo incluye todo tipo de superficies, sino que también picaportes y demás elementos de contacto.
Se trabaja todo el tiempo con barbijo puesto, tanto cliente como artista. A las protecciones personales se les suma alcohol en gel y pulverizadores, una superficie embebida en lavandina para que los clientes se desinfecten el calzado al entrar al estudio e información para que el cliente mantenga todas sus pertenencias en un solo lugar (mochila o bolso) durante todo el proceso del tattoo.
– ¿Cómo imaginas el futuro en torno al mundo del tatuaje? ¿Cambiará? ¿En qué?
Yo creo que en mi caso y en el de colegas que siempre se han tomado el tema de la BIOSEGURIDAD enserio no cambiará mucho, porque la higiene ha sido siempre una prioridad. Sí va a cambiar para colegas irresponsables que tatuaron siempre en pésimas condiciones de higiene, con un desprecio total a su salud y la de su comunidad. Creo que la gente debería empezar a dejar de exponerse a estos personajes y cuidar un poco más su salud.
Los que vivimos de esto y queremos profesionalizarlo cada día más, luchamos constantemente para mejorar la mala imagen que cierta gente (a la que ni podemos nombrar tatuadores) da a nuestra pasión de tatuar.
