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Contacto: conozcamos la puerta de entrada a Bolivia 🦙

  • Categoría de la entrada:Bolivia / Sudamérica
  • Tiempo de lectura:7 minutos de lectura

Cerramos los ojos y nos dejamos llevar por la mente hasta el norte de nuestro país. Llegaremos a la frontera con el hermano país de Bolivia.  Te llevamos a Villazón, una ciudad pegada a La Quiaca. Nos metemos en el corazón de mundo andino. Viajá con nosotrxs y recorré nuestra galería de fotos.     

Villazón es una ciudad y municipio del sur de Bolivia, en el departamento de Potosí. Está ubicada en la provincia de Modesto Omiste, sobre la orilla norte del río del mismo nombre. Al otro lado del río De la Quiaca, en territorio argentino, se encuentra la ciudad de La Quiaca, provincia de Jujuy. Tiene una población de 37.000 habitantes y la vecina ciudad de 18.000.

Un pequeño puente y el río (que prácticamente era un arroyito en el momento que hicimos la visita) separa ambas ciudades. Son ciudades de poca población y están bien pegadas, con un tránsito de personas muy fluido. Hay muchas cosas compartidas entre ambos pueblos.

Villazón se encuentra a una distancia de 347 km de la ciudad de Potosí, y a una altura de 3.400 msnm. Fue fundada el 20 de mayo de 1910, durante el gobierno de Eliodoro Villazón, del cual obtuvo su nombre. Su población se estima en 49.500 habitantes (2012). La temperatura es de montaña, con un promedio de 12ºC y pocas precipitaciones al año. Es relativamente más calurosa que el resto del departamento por encontrarse a menor altura.

FOTO: Ángel Iozzia
FOTO: Ángel Iozzia

Es terminal de la línea ferroviaria que, por el norte, llegaba hasta Potosí, Oruro y La Paz, y por el sur, hasta la ciudad de Buenos Aires. Esto ha contribuido en el desarrollo turístico del cual la localidad se beneficia.

Hay un intenso movimiento comercial con la localidad Argentina de La Quiaca, gran parte del cual es contrabando. Se Comercializan toneladas de mercancías, cargadas en las espaldas de millares de vendedores que, a diario, cruzan la frontera en una y otra dirección (conocido localmente como ‘comercio hormiga’) de productos alimentarios, electrónicos y bebidas. El comercio es tan sólo parcialmente controlado por las aduanas, que atienden a un tráfico que se moviliza a pie, camión, automóvil o tren.

En las calles de Villazón siempre hay un importante flujo de viajeros, principalmente bolivianos y argentinos. Los turistas que ingresan desde Argentina deber evitar agitarse para no sufrir el mal de altura (apunamiento/soroche).

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