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Caballo de hierro: un dispositivo de comunicación de territorios y personas 🚂 – Primera entrega (1900/1949)

El tren, il treno, the train, en el idioma que lo nombremos  este medio de transportes aceleró el traslado de mercancías y de viajeros, conectó poblaciones y creo nuevos pueblos a lo largo del mundo al despuntar del siglo XIX. Por inversiones de capital privado o por iniciativa de Estados, o ambos en conjunto cambiaron la fisonomía de los países y las regiones por donde el trazado de las vías iba generando empleo y radicación de migrantes.

por la historiadora Graciela Iuorno* para descubres.com

FOTO: del libro «Un siglo 1904-2004 – Neuquén ciudad imaginada, ciudad real»
Carlos_Pellegrini_en_estación_Constitución,1900(AGN) – Wikipedia

A lo largo de la historia el tren fue protagonista y escenario de novelas de crímenes y  suspenso; fue medio de traslado de tropas en conflictos armados en los siglos XIX y XX; fue vehículo de trasporte para la extracción de las riquezas de pueblos dominados por el poder colonizador; fue objeto de inversión de capital en los nacientes mercados capitalista; fue    conexión  para los vecinos  que recibían, en lugares remotos, a quienes bajaban en la estación del pueblo. Éstos podían ser,  un nuevo médico, un viajante que visitaba los comercios locales, un elenco de artistas que ofrecían sus representaciones en el teatro popular; entre otras múltiples situaciones que lo tenían como protagonista. Fue lugar de citaspara jóvenes enamorados y la ‘vuelta al perro’ para amigas y familias.

La distribución de las vías de comunicación en los territorios patagónicos y complementariamente con la explotación de sus riquezas naturales fue el desafío,  y a la vez los medios de acción del capital privado y del Estado nacional para cumplimentar su ideario de progreso.  La instalación del ferrocarril y del telégrafo en la Norpatagonia se relaciona con la eventualidad de un enfrentamiento militar con el Estado chileno.  Su concreción se vincula con las tratativas  entre el  gobierno argentino y el ferrocarril del Sud (inglés) para el tendido de la red hasta Neuquén- a través de la firma de un contrato en 1886- que le permitió  obtener tierras a ambos lados de las vías. Además se le autorizó a  construir en el Puerto de Bahía Blanca las instalaciones que considerase necesarias para las operaciones  de carga, descarga y almacenamiento de su tráfico (Iuorno, Miralles y Nasser, 2007, 338/9). 

En 1899, la línea férrea llegó a la unión de los ríos Neuquén y Limay y en 1902 se lado occidental, la Confluencia.  Por tanto, avanzó y tomo posesión efectiva de millares de leguas de tierras aptas para la ganadería y agricultura, que el gobierno quería en nombre de la seguridad nacional y así el ferrocarril no tardó en provocar cambios en la actividad económica de la región y el ramal llegó a ser el más rentable del país.

La construcción del estatal ferrocarril San Antonio Oeste- Nahuel Huapi se proyectó en 1908 y el tramo final concluyó en Bariloche en 1934 básicamente para beneficiar a los ganaderos del norte de la Patagonia, facilitándoles  la comercialización de la lana.

Mientras tanto, el Ferrocarril de Sud extendía la punta de riel hasta Zapala, abandonándose el proyecto del Ferrocarril trasandino del Sur que uniría el puerto de Bahía Blanca con el puerto de Talcahuano en Chile.   

Foto de estación Zapala

El primer gobierno de  Domingo Perón, en 1946, tuvo como política económica inicial la nacionalización de los servicios públicos. Con relación  a los ferrocarriles para Gran Bretaña la explotación de este servicio ya había cumplido un muy valioso ciclo y los dividendos eran cada vez  menores. La administración por parte del Estado otorgaba al país un instrumento de gran poder económico, social y  político (Gambini, 1983, 86/89).      

Estación de Retiro (Buenos_Aires)

“Naci en Saavedra, pcia de Buenos Aires,  de muy joven cuando buscaba trabajo me fui a Pedro Luro…hasta que llegue a acá (Neuquén) por tenía familiares y en aquel tiempo estaba tomando gente en el ferrocarril y me anote…el lugar no era como ahora había unos arenales tremendos…vivíamos en las colonias justo sobre la calle Independencia… las casas estaban a un metro más abajo cuando venía el agua de las bardas por las copiosas lluvias todo se inundaba… me jubile en el ferrocarril toda mi vida de trabajo allí”. H.R

FOTO: del libro «Un siglo 1904-2004 – Neuquén ciudad imaginada, ciudad real»

“Me inicié como mensajero y me jubile como jefe de estación. Entre en 1943…te voy a decir que la mejor época que tuvimos fue con los ingleses, trabajabas muchas horas pero ganabas bien…te daban la posibilidad de aprender..estudié telégrafo con un jefe de correo… cuando el gremio se partidizó comenzaron las divisiones… yo era socialista me afilé a los 18 al partido de Alfredo Palacios…” D.P 

FOTO: del libro «Un siglo 1904-2004 – Neuquén ciudad imaginada, ciudad real»

*Graciela Iuorno es Profesora y Licenciada en Historia. Universidad Nacional del Comahue. Magister en Educación Superior, UNCo. Doctoranda por la UN-Centro de la Provincia de Buenos Aires-Tandil. Docente del Área Universal e investigadora en la Facultad de Humanidades-Cehepyc/Clacso. Investigadora en Grupos de Trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales

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